Paula Ordovás habla sobre los abusos sexuales que sufrió a los 4 años: «Me destrozó la vida»

Hace dos años recibió el premio 'Fearless Mujer Influencer con Valores' de la revista 'Fearless'

Lucía Villalba

La bloguera y empresaria Paula Ordovás hace dos años recibió el premio ‘Fearless Mujer Influencer con Valores‘ de la revista ‘Fearless’. Mediante sus redes, se dirige hacia un público que sufrió abuso sexual infantil, al igual que le sucedió a ella cuando tenía tan solo 4 años.

Su doloroso pasado lo relata en el libro autobiográfico ‘La chica de los ojos marrones’ para ayudar a otras mujeres que, como ella, fueron víctimas de este terrible abuso de niñas que, como asegura, «me destrozó la vida«. «Con 39 años puedo decir que estoy viviendo, no sobreviviendo«, reconoce.

Dos años después, la creadora del popular blog de moda ‘My Peeptoes’ ha regresado al mismo escenario para entregar el mismo galardón que recibió ella a su amiga Carla Hinojosa y, a corazón abierto, se ha sincerado sobre su durísima historia tras revelar que ha sido capaz de «tratar y curar mis traumas, enfrentándome a mis monstruos para cerrar un ciclo«.

El desgarrador discurso de Paula Ordovás

«Ha sido una liberación, también un proceso lento, difícil, pero que el resultado, al final, es mi reconstrucción» confiesa, explicando que «verbalizarlo» en su libro fue «como poner sobre la mesa realmente lo que sucedió, que durante 36 años, de alguna forma, lo había normalizado y había quedado como un poco en mi subconsciente, porque es lo que nos pasa cuando sufrimos abuso sexual siendo niños, ¿no? Que al final la mente bloquea como método de supervivencia«.

«Y poder decirlo en alto ha sido una liberación, por supuesto, para mí, pero también aliento para las personas que se encuentran en la misma situación, que puedan decir, puedo llegar donde está ella, superar y transformar el dolor«, confiesa.

Esta es una historia de superación. Paula admite que no ha perdonado, pero confiesa que «he comprendido, y comprender es aliviar«. A la persona que abusó de ella, no tiene nada que decirle porque «creo que no merece ni palabras, aunque sea duro«.

Afortunadamente, ahora por fin puede decir que está «bien»: «Estoy en paz, en equilibrio, y para mí estar así es la felicidad, que es lo que nunca había conseguido y ahora lo tengo, o sea, que estoy bien«.

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