Es muy habitual que las casas estén llenas de fotografías de sus habitantes y familiares, una manera de recordar momentos felices o tener presente a aquellos que están lejos o incluso hayan fallecido. Ahora bien, si eres de los que tiene presente las reglas del Feng Shui, hay ciertas claves que tienes que tener en cuenta en cuanto a la decoración con fotografías, y es que depende de quiénes aparezcan en estas o la estancia en la que estén ubicadas afectan a la energía del hogar.
Así lo señala a El Mueble la experta en Feng Shui, Montserrat Beltrán. Y es que, según esta, las fotografías no son simples recuerdos visuales, sino activadores o retenedores de energía que, dependiendo de su ubicación, pueden alterar el equilibrio emocional y energético del hogar. «El Feng Shui no prohíbe nada, pero te voy a dar algunos consejos para que elijas muy bien qué fotos debes mostrar en tu casa para aumentar la armonía y el bienestar«, apunta al citado medio.
Esta filosofía milenaria china busca armonizar el entorno para favorecer el bienestar. En este contexto, las fotos representan el elemento fuego, lo que implica que su presencia puede intensificar la energía de un espacio. Para ello, sugiere evitar su colocación en zonas destinadas al descanso, como el dormitorio, donde la energía debe ser más serena y estable.
«No debemos tener en nuestro dormitorio fotografías de padres, de hijos, de abuelos y mucho menos de fallecidos«, advierte. En esta zona destinada al descanso, de haber fotografías, deberían ser tan solo de las personas que ahí duermen. Pueden ser fotos románticas de la pareja o de recuerdos felices juntos. Porque esa es otra máxima de las fotografías en el Feng Shui: las imágenes tienen que transmitir buena energía o recoger momentos que nos despierten emociones positivas.
Otro de los consejos de la experta está enfocado a las fotografías de los hijos. Esta recomienda que sean imágenes de su edad actual, «para que la energía no se estanque». De igual manera, estas imágenes no deben ir en el dormitorio, sino buscar una mejor ubicación de la casa.
El recibidor puede ser una buena opción si los hijos continúan viviendo en esa casa, pues ahí se recomienda poner fotografías únicamente de las personas que habitan la casa. «Muchas familias colocan retratos de hijos que ya se han independizado, pero es preferible ubicarlos a partir del pasillo, nunca en el dormitorio», apunta la experta.
Este enfoque ha despertado interés entre quienes buscan una vida más consciente y equilibrada a través del orden y la decoración. No se trata de eliminar los recuerdos, sino de ubicarlos estratégicamente para que acompañen, sin interferir, en el bienestar diario.
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