A lo largo de su trayectoria, Joaquín Sabina ha tenido la oportunidad de tratar numerosos temas en sus canciones, y es que le avala una discografía de más de 45 años de recorrido en la que, como no podía ser de otra manera, también ha habido hueco para el amor.
Y el ubetense le ha escrito a este sentimiento, uno de los más fuertes que el ser humano puede experimentar, haciendo gala de su toque poético, por lo que hoy vamos a recuperar algunas de las veces que Joaquín Sabina dijo ‘Te quiero’ tirando de metáfora y creatividad.
Es sin lugar a dudas uno de los temas más conocidos de toda la discografía de Joaquín Sabina, y en su interior incluye varios versos que son absolutas maravillas. Perteneció al disco ‘Yo, mi, me, contigo’, publicado en 1996.
«Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz, ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada. Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado».
‘Esta boca es mía’ fue el título que Joaquín Sabina le dio al disco que lanzó al mercado en 1994 incluyendo éxitos del calibre de ‘Por el bulevar de los sueños rotos’, pero también incorporó temas algo menos conocidos como este, que lanza un claro mensaje de amor.
«Y la verdad es un castillo de arena, y por las autopistas de la libertad nadie se atreve a conducir sin cadenas. Y yo me muero de ganas de decirte que me muero de ganas de decirte que te quiero. Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí, y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti».
Apenas un par de años antes, en 1992, el artista hizo públicas otras once composiciones bajo el paraguas de su álbum ‘Física y química’, en el que se incluyó este tema, donde se postula como candidato a todo con el fin de conquistar el corazón de la persona a la que se la dedica.
«Y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino… O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a esperar que suba la marea. Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor».
En el mismo disco que ‘Ganas de…’ encontramos esta canción, cuya letra antepone la primavera, la estación favorita por muchos debido al aumento de las temperaturas y al nacimiento de las flores, a la persona que ama.
«Incluso en estos tiempos en los que soy feliz de otra manera, todos los días tienen ese instante en que me jugaría la primavera por tenerte delante. Incluso en estos tiempos de salir a reír con los amigos, todos los días tienen ese rato en el que respirar es un ingrato deber para conmigo».
Los crisantemos son unas flores típicas de Asia y Europa, y son siete de estos los que dan título a una de las canciones más famosas de Sabina en la que habla sobre la adicción que pueden llegar a crear los besos de la persona a la que se ama.
«Siete crisantemos en el cementerio, siete negros signos de interrogación. En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas y mucha golondrinas huyen de la ciudad, el asesino sabe más de amor que el poeta y el cielo cada vez está más lejos del mar. Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adición».
¿Con cuál de ellas te quedas?
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